Thursday, November 30, 2006

Impresiones de Antioquia IV - El acto de enamorarse




IMPRESIONES DE ANTIOQUIA IV

El acto de enamorarse”

(Señales de los tiempos)

____________________________Por Marcelo Meza

“Sólo el amor engendra la maravilla”

Silvio Rodriguez

“Nada me importa si hoy no te tengo,

pues... tengo para mi la lluvia, la noche, el viento.

Nada me importa... hoy no te tengo,

y... si tengo la lluvia, la noche, el viento,

mi silencio, el recuerdo de tu sonrisa,

eso me basta para tenerte a ti ".

Jorge Hernan Arango García

“Estoy perdidamente enamorada”, dice ella y redunda en sus ojos grandotes una luz que avecina vírgenes resplandores. Cae pesado, en esta sociedad de mundo globalizado, que algunos sean demasiado felices, otros menos y muchos: nada. Hay una tendencia a uniformarnos por debajo de un nivel muy sórdido de estándar provechosamente universal. Pienso, y me quita el sueño, el sentir latinoamericano. La piel, nuestra risa (qué alegría al descubrir a alguien que se ríe fuerte como yo, mi tocaya en la risa es Erika) Nuestros poetas, nuestros sabores y olores. Tanto colorido, tanto sabor. En Antioquia se ve la vidriera de esto que estoy diciendo.

“No hago otra cosa que pensar en ti...”, nuevamente aparece Serrat... estar enamorado es tener el poder cósmico de vencer al tiempo. Y lo vencemos. Todo es eternidad. El tiempo pasa volando o no pasa nunca. Es fácil enamorarse en Antioquia. Semejantes viejas... ¡Ave María , pues! Yo no me he enamorado de la más linda, sino de la más bella, que es otra vaina. Ella se parece al viento. Juega. Es joven amiga de la montaña, se agazapa a espiar, hurga entre el bosque y nos echa el ojo. Luego se dispersa, se niebla, te llueve la cabeza. Hace preguntas bobas. Le duele que le digas te amo. Llama al Centauro y al mismo Ícaro para que le acompañen a la batalla. Niña viejota. Tan muerta de miedo ante la verdad suprema.

El amor nos enloquece. Modifica el peso atómico de las cosas. Y cuando se va hasta la temperatura del color de la luz muestra cansancio. Los enamorados saben que ese estado es tocar las cairel del manto de la maravilla. El amor duele, lastíma. Porque somos salvajes. Él nos modifica el dolor dehueso y el refrío mal curado. Nos saca del cáncer y de la muerte. Si supiéramos el valor de estas verdades... En el Paisabor, como rotulo a Antioquia, algo estelar, algo de la luna nos provoca a enamorarnos perdidamente de ese espíritu montañés. Caen las culturas, los brasieres, las amalgamas. Caen los horarios, la edad, las conveniencias y lo correcto. Cae lo razonable y hasta el sentido común. Queridos hermanos y amigos, todo el mundo es una gran excusa que tiene como objetivo enamorarse enloquecidamente. Hoy. Ahora mismo.

En la película “El abuelo, mi papá y yo”, al abuelo, Esperanza Arias -la máslinda de todas- le decía (ahora jubilados los dos, escondidos detrás de un amor imposible) “¿Tuvo que llegar a viejo para arriesgarse en la vida?” Esto después de declararle su amor, 30 años después de haberla conocido. Al fin ella muerepor una enfermedad terminal. “Arriesgarse”. ¿Quién quiere correr riesgos? Los locos. Los jóvenes. Los ignorantes y los valientes. Los canallas. Todos los demás: no, de ninguna manera. Los enamorados corren el mayor riesgo: el de la entrega... allí no hay vuelta atrás. pero no es pensado así por el amor, no piensa de esa forma. ¿Es mejor amar o ser amado? Yo digo que si el amor es correspondido “mejor”,sino: es igualmente bueno. (Viste cacorro: aprendí) Ana María decía: “El amor de se da, no se mendiga”.

Siempre tan sabia mi querida Maga. El amor que me traje de esa Paisa divina ¿Quién me lo puede quitar? Mi casa es más pesada, los colores cambiaron. A veces me levanto y ¡hay un olor a arepas de yuca! Alguien canta por la mañana bien temprano pidiendo mates en verso. Y le sebo unos matecitos a Rodrigo. Ana Elsy me hace una tasa de leche siempre con una sonrisa, como mi vieja (acá vieja es: mamá), como mi abuela Yolanda (la misma que naciera un 22 de noviembre, día de la música, y falleciera 75 años más tarde la misma fecha) Tanto amor. Tanta canción que nos libera. El que no la ha probado lo invito. Al principio es un poco amarga, quema, luego es una delicia increíble.

Siempre digo: “El mejor estado del hombre es cuando está enamorado”.
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Marcelo Meza - Derechos reservados © 2006 - 3 de febrero de 2006

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