Thursday, November 30, 2006

Impresiones de Antioquia VIII - Reses Nosmahu




IMPRESIONES DE ANTIOQUIA VIII

Reses Nosmahu
- Un latín argentino-

11 de marzo de 2006

___________________Por Marcelo Meza

Todo al “vesrre” pa’ complicarlo todo aún más. Buenos Aires es la capital de la complejidad. Desde su fachada hasta su gente. Es lo que yo llamo: “Un Enterprise latino” (la diversidad de seres que habitan la nave espacial de la serie “Viaje a las estrellas”)

En Antioquia no falta magia en el dialecto de su lenguaje ni de sus códices. Hasta su código gestual es rico (léase: pico, ortopedia Fernández, abrazo nunca besos entre hombres...) De todos modos el lenguaje es directo y la actitud también. Se toman decisiones certeras, sin vueltas, en poco tiempo. Dinámicos e inteligentes (alabadas sean las viejotas) siempre la organización de cualquier evento gana en eficacia.
El porteño y el argentino, en general, (con perdón de la palabra) es vueltero, que da vueltas. “Tiene más vuelta que la oreja”, dice la tía Matilde con el cerebro lleno de ruleros y el pucho (cigarro) al costado, en el precipicio de su boca.

“Te confirmo, después te llamo”. “Estoy confirmándote la confirmación confirmada”. Al final todo fracasa. Es tal la confusión que se produce que ya nadie sabe si ir o no a la cita. Por las dudas llega tarde, verdadero misterio que ha de tener como fin una suerte de escudo o de fortaleza psicológica que todavía no entiendo. Si era a esa hora pide disculpas, hace una broma. El argentino es simpático y entrador ¿Quién se resiste a su sonrisa? (bueno, las multinacionales) Entonces, si se equivocó de hora o de cita y de persona toma asiento, se mira con el extraño, dice una tontería sobre el clima y hasta es probable que le saque el número de teléfono a la sardina que acaba de recibirse de odontóloga. En realidad, él, para él, vive feliz y hasta se cree exitoso. El Paisa lo es, se le nota en la cara. No necesita complicar lo simple. Gana tiempo, es fresco, es más libre aunque se llene de actividades y nunca goce del demasiado tiempo ocio. Es un ser humano igual que el argentino aunque a este último no se le note mucho, en especial en la gran ciudad. Parece que gozara tanto de la sumición a la indiferencia... Conclusión: ¡sinó no sería tan indiferente! Y arrogante. Es un winer, un dandy, un ganador al mejor estilo yanki estropeado y frío. Se olvidó, tontito, que vivimos en argentina. Acá las cosas hay que parirlas. ¿Qué pensabas? No se tira y se compra una nueva. No, mi amor... acá todo se recicla y se transforma, nada se pierde, no se tira nada. (véase Made in argentina)

Crecen los ángeles o los demonios en el bar que se descalza al encuentro de los sueños. Nada nos redime más que el olvido. Por suerte argentina no es Bs. As.

Bueno, cuando baja el copete y aterriza a la realidad se va al asadito de sus amigos y ahí si, al menos ahí miente a lo loco contando sus hipócritas miles de aventuras, se muestra como el gran peleador de las calles porteñas, es un langa, un atrevido del discurso, capaz de sonrojar a peor de los camioneros. A gatas* la Luisa, que le soporta los ronquidos y otras flatulencias, sabiendo hacer de memoria las milanesas que a él tanto le gustan, será la única santa que lo soporte de verdad. Seguramente los Paisas han de esconder alguna parte de sus miserias (quizás algunos sean todo lo contrario a lo que digo, no sé) Son humanos. Todos los somos. A veces somos Reses y otras animales en extinción. Yo creo que en el fondo del alma somos la misma cosa. Uno es más simpático que el otro, Claro, ¡que vivos! Ustedes tienen las montañas en la vereda, viajan en el metro hasta columpiarse en cada ojo. Así no vale... ¡Ver por la mañana semejante espectáculo! Tienen un trompo gigante en el centro, que por las noches entrará a la casa de los desprotegidos a jugar gratuitamente... Nosotros tenemos un obelisco que todavía no sabemos que significa... y que las viejas no se hagan ilusiones: no es lo que están pensando. Y tenemos un puerto en la puerta, es una maravilla gris, pero hay que vivir acá...

Tenemos esa maldita costumbre de idealizar la nostalgia. Como si unas carrozas vestidas de tango y de tragedia nos vinieran a buscar en cualquier momento, insufladas con dos bandoneones de hierro sobre sus ruedas encendidas de río.

Y ustedes tienen la simpatía, nosotros el humor. Somos todos apasionados pero ustedes les ha tocado sin histerias. Nosotros somos tan históricos con la histeria.

Algún día vamos a aprender, hoy no porque tenemos un partido de truco**, pero el lunes empiezo la dieta. No tendremos tanta ortopedia Fernández pero la dieta del cangrejo está a la orden del día. (del cangrejo, de la luna, del agua, del Don Perignon...) Maníacos de la sonsera caemos en la pavada tan fácilmente. Acá se morfa*** mucho, todo el día, allá se toma demasiado. Las viejas son vivas, mantienen la cordura. Acá bebe más la mujer.
Yo supongo que la unión Paisargentina transformará para siempre el Reses Nosmahu en: Seres Humanos. Nunca dejamos de serlo pero ahora se entiende, se entiende todo.

En una de esas, entre verbos y verbalidades, aprendemos a simplificar, no la lengua (que rica es, por cierto) sino la forma que tenemos de relacionarnos, de comunicarnos. Menos telenovela y más enjambre aventurero, que no es otra cosa que entregarse en los brazos del amor.

Luisito se la pasó explicando el significado del lunfardo y bien que lo ha hecho. Y a vuelta de viaje leíamos un librito de un Colombiano muy interesante (técnicamente para niños), en el que la simpleza (como nuestro dulce Uruguayo Horacio Quiroga) de una cita, de un verbo, de la consecuencia de unos actos comunes inflamados de polvo estelar. Transformando para siempre la emoción, el accidente del encuentro y la admiración por el otro – elemento fundacional para enamorarse- De esa fascinación de lo simple se abre camino la poesía. Una poesía densa, pesada y comprometida que lo magnifica todo en tanto y en cuanto ella se entere del esfuerzo. (Hay una antigua historia de un príncipe y su supuesta pretendiente a la que él se mataba haciendo cosas para conquistarla, pero la ironía era que ella jamás se enteraba de sus esfuerzos. Él murió creyendo que ella no lo amaba y ella en la plena soledad de la incomunicación ignorando las hazañas de aquel supuesto buen partido) Ella debe enterarse, nada puede brillar si ella no participa aunque sea desde afuera de la cancha, sin calzar los botines reglamentarios. Así decodificará sin saber pero con sabor. Así se hará paloma y vuelo hasta la música de una mirada. Se produce el milagro de la comunicación y el descubrimiento. Entiende el código, la palabra caída. Se hace cuerpo el lenguaje, el de él y el de nadie. No necesita nacer ahí, percibe, siente. Es un metalenguaje porque hay comprensión del acto del disfrute. No es amor puro, está contaminado por la risa, por la torpeza y el apuro, brincando dos pasos entre las montañas como una rayuela universal. Porque todo empezó en un lugar parecido a la tierra. Confusiones de hombre, gramáticas animales. Luchando y ganándole al tiempo hacia un nuevo espacio, uno distinto, sin complicaciones idiomáticas porque el que flota por entre sus ilusiones atajará el penal que ella misma le dispare desde el área chica, de un territorio llamado cielo.

* A gatas. Expresión coloquial que significa: apenas. En última instancia.
** Truco. Juego de naipes del Río de la plata. En donde el lama del juego es la mentira.
*** Morfa. Come.
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Marcelo Meza - Derechos reservados © 2006 – 11 de marzo de 2006

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